Más allá de las Imágenes del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad y sus pasos procesionales (con todos los elementos de talla, orfebrería y bordados que los componen), la Hermandad cuenta con otros enseres de culto, insignias y otros que conforman el patrimonio artístico. En la actualidad se está trabajando para recoger en el Inventario de enseres que se posee. Cuando este trabajo esté finalizado, se extraerán los más significativos para ilustrar este espacio.
PASO DE LA SANTA CRUZ
El cariñosamente llamado “Pasito de la Cruz” fue recuperado por la Hermandad en el año 1987 para poder celebrar el Sermón del Descendimiento. En la tarde del Sábado Santo es portado por jóvenes costaleros y simboliza el trabajo y el esfuerzo de los más jóvenes de la Hermandad. La Santa Cruz fue donada a la Hermandad por el presbítero D. Manuel Navarro Alba y, hasta el año 1943 que se bendijo la Imagen del Santísimo Cristo Yacente, acompañaba a la Virgen de la Soledad en la procesión. Al pie de la Cruz, va el símbolo del amor de Jesús a sus hijos representado por el Ave Pelícano, realizado por Ventura Gómez Rodríguez en 1996 y policromado y estofado en oro un año después. Las dos escaleras y el sudario son las señas de que en ese lugar estuvo el Cuerpo del Señor.
Iluminado por cuatro hachones de madera de caoba realizados por los hermanos Sicardo, carpinteros locales en 1997. El conjunto se completa con respiraderos de terciopelo negro y malla dorada y faldones a juego, confeccionados por las hermanas de la Hermandad.
PASO CRISTO
El Paso del Sepulcro (2003-2008) es obra de D. Manuel Guzmán, sucesor en el arte de su padre, Guzmán Bejarano. Es un Paso de estilo neobarroco, con un total de cincuenta y dos puntos de luz. Está iluminado por seis candelabros de guardabrisas. Junto a cuatro faroles más de orfebrería, obra de D. Manuel de los Ríos, portados por arcángeles ceriferarios, obra de D. Ventura Gómez. Este imaginero es el autor, además, de los misterios de las cuatro capillas que completan la canastilla: La Piedad, Descendimiento, Traslado al Sepulcro y Resurrección. El llamador fue donado por la Cuadrilla de Hermanos Costaleros del Stmo. Cristo Yacente. Bajo el diseño de D. Manuel Martínez Guillén y realizado por el taller de orfebrería de los Hnos. Fernández. El paso fue estrenado el Sábado Santo del 2008, 22 de marzo y bendecido el 2 de marzo del mismo año, por el Rvdo. Padre D. Enrique López Guerrero en las dependencias de la Casa-Hermandad. Los faldones, de terciopelo negro liso, fueron confeccionados por las hermanas.
PASO DE PALIO
Se trata de un elegante conjunto que combina el arte de orfebrería con el terciopelo negro liso del palio y del manto y, bordado, en la saya y la toca. Presentando un aspecto inconfundible en nuestra Semana Santa y unas andas que ensalzan la belleza de nuestra Madre.
La Virgen de la Soledad porta una corona de plata sobredorada, obra de D. Manuel Seco Velasco (1973) y viste saya de terciopelo negro de Lyon, procedente este tejido de una de las caídas del antiguo palio de cajón anterior a 1936. El bordado en hilos de oro fino es obra de las Hermanas Filipenses del Convento de Santa Isabel de Sevilla (1985), siguiendo la técnica del realce. Además del manto de terciopelo negro liso con encaje de oro en todo su perímetro, lleva toca bordada en oro sobre malla (1993), obra de nuestros paisanos D. Andrés Sánchez Moreno y D. Manuel Vela Alba. Gloria del techo del palio (1951), lienzo de la Asunción de la Virgen, obra de Antonio Gavira Alba. Esta pieza fue recuperada para el palio tras la restauración que llevó a cabo su autor en 2015.
El actual Paso de palio fue estrenado en el año 1977 para sustituir al antiguo, que era de pequeñas dimensiones, con palio de cajón y sostenido sólo por diez varales. Aunque fue completando sus elementos con el paso del tiempo. En ese año, procesionó con la nueva parihuela, palio con bambalinas de forma y flecos de bellota en oro, realizado por las hermanas, así como los faldones. Los respiraderos (1977) y varales (1981) son obra de D. Antonio Santos Campanario. La candelería (1985) y los candelabros de cola (1986) de Hijos de Juan Fernández. Más tarde, en el año 2000 se estrenó el juego de jarras, de la mano de Orfebrería Sevillana. Y, por último, del taller de D. Manuel de los Ríos, se adquirieron la (2005) y dos Arcángeles ceriferarios de entrevaral, en el 2006.
INSIGNIAS
Entre las insignias destaca el estandarte de terciopelo negro bordado por D. Andrés Sánchez Moreno y D. Manuel Vela Alba (1990), el banderín del grupo joven bordado en oro sobre terciopelo negro de los mismos bordadores (1997), y los faroles de Cruz de Guía (1987) de Hijos de Juan Fernández.