Emocionado, sean mis primeras palabras de agradecimiento, a todos y cada uno de los hermanos de nuestra querida hermandad. Todos, con vuestra ayuda, me habéis traído hasta aquí, al cargo de Hermano Mayor.
Agradecer a aquellas personas que se fijaron en éste humilde soleano, para llevar las riendas de nuestra hermandad, en los próximos cuatro años.
También quisiera dar las gracias, a mí familia, por el apoyo incondicional que me han mostrado desde que decidí dar éste paso. Y no puedo dejar atrás, a ése balcón que hay en el cielo, donde están los que me faltan, entre ellos, el que me dio los primeros pasos en nuestra hermandad y, que hoy desde allí, seguro que estará muy orgulloso de verme como Hermano Mayor.
Toda persona tiene momentos que son inolvidables en su vida y, para mí, hoy, sin duda, es uno de ellos, el haber sido elegido Hermano Mayor de nuestra hermandad. Para mí es un gran honor y, a la vez, una gran responsabilidad, de la que no me puedo olvidar.
Solo le pido al Stmo. Cristo Yacente y a su Madre Ntra. Sra. de la Soledad, que me den las fuerzas suficientes para estar a la altura que requiere el cargo y, poder cumplir con aquellos proyectos que nos propongamos.
Y a vosotros hermanos, os invito a que caminéis junto a esta Junta de Gobierno, de que me sentiré orgulloso de presidir. Os pido a todos que me ayudéis, que os involucréis, creo que es necesario. La colaboración de todos, es fundamental e imprescindible.
Por último, no hace falta decir que, estoy a vuestra disposición.
Un abrazo fraternal en Cristo, vuestro Hermano Mayor.